La ternura es el eslabon básico que une pasion, amor, deseo y nos conduce a la libertad e independencia que tanto evocamos. Manuelita Saenz es la conjuncion de todo ello y la tendremos al lado de quien fué su mayor pasion: El Libertador.
En la historia de la humanidad nos encontramos con pocas situaciones como las que se generan desde que Manuela y Bolivar se ven por vez primera en aquel Quito de los años 1800, cuando Manuela le lanzo aquella corona de rosas y laurel, que impacta en el pecho de quién fuera - mas adelante - su eterna pasión. Es así como comienza una de las historias más bellas durante el desarrollo de la gesta independista.
Desde que se cruzaron sus miradas el fuego de la pasión no ceso nunca más, fué un continúo y eterno combustible que se mezcló en la vida de nuestros protagonistas y que le dio mayor intensidad a las batallas que se librabqn a cada momento buscando acabar con las cadenas que nos ataban al imperio español. Hoy celebramos el Bicentenário de aquella hermosa batalla por la libertad y la soberania.
Fué Manuela y sigue siendolo, aquel aliento incansable , que con la fuerza de la razón y la ternura del amor alimento ese pensamiento libertario que nuestro padre libertador abrazó, que hoy continuamos. Su pasión y fuerza, su bella terquedad al enfrentarse a una sociedad que la estigmatizo y crítico, pero rompiendo los cánones de la moral burguesa al decidir cambiar su estatus de ser: la Sra del Dr Thorne, por el de "la amante del libertador", o como la define el propio Bolivar " su adorable loca". Se convierte en la Generala de la pasión y en la mujer que ama, adora, besa y combate por la libertad.
En una de sus acciones para preservar la vida de su amado, se la juega al enfrentar a sus enemigos. Mientras su Bolivar saltaba por la ventana, en una noche bogotana - bajo el manto oscuro de la misma- se pretendió llevar a cabo los planes de Santander. En ese nefasto episodio - que se conoce como la noche septembrina- se ve a la Manuela enamorada, valiente, decidida y convencida "la libertadora del libertador". Podemos resumir esto con un fragmento de una carta dirigida a Bolivar: " He de preguntarle ¿ A que tanta ley santanderista? solo sirve para desplazar su autoridad cada día más del gobierno. ¿ no se da usted cuenta? pare ya eso. Después, no dirá que no se lo advertí. Yo tengo mis reservas con el tal carujo; no voltee ante ellos nunca sus espaldas". Así de ese talante era Manuelita Saénz, quién se identifica así: " mi país es el continente de la América y he nacido bajo la línea del Ecuador". Sean Bienvenidos sus restos simbólicos y su perenne presencia al lado de su eterno amor.
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