miércoles, abril 19, 2006

LA DEMOCRACIA VENEZOLANA

The Big Business

Antes de 1998, el carácter estructural de la crisis venezolana podíamos describirla, como una crisis político-económico-moral. Recordemos los intentos de golpe de estado del 04 de febrero, 27 de noviembre y por ende la crisis político militar. Esto unido a la democracia representativa que no dio respuestas a los problemas que el país demandaba.

Prensa – CONAC. Luís Felipe Bellorin

Con este titulo J.R. Núñez Tenorio, abordo la democracia venezolana, donde nos informa que la democracia ha servido para el más grande derroche del siglo. Decía que en el primer gobierno de CAP, (1974-79) inició el camino en la fácil acumulación de capital de la naciente burguesía burocrático – estatal (los denominados doce apóstoles), El gobierno de LHC (1979 – 84) terminó de facilitar el negocio del siglo (la corrupción) mediante el cual, en pocos meses, se decuplicaban los bolívares al exteriorizarse en dólares, a través de una devaluación fríamente calculada, donde favoreció a la oligarquía estructurada para la época.

Esta gigantesca trampa financiera – especulativa, al servicio de la contra ofensiva estrategia de las trasnacionales y el narcotráfico tan admirablemente confesada en sus memorias por Mr. Kissinger, inició la coyuntura critica. El fracaso del gobierno de Lusinchi (1984 – 89) elevo la corrupción y el narcotráfico a niveles escandalosos, haciendo gigantesca la remesa de dólares al exterior. Todo terminó de catapultar en el segundo mandato de CAP, (1989 – 92) con su famoso “paquete económico” neoliberal, el desguarnecimiento de los servicios públicos y la hambruna del pueblo trabajador.

J.R. Núñez Tenorio, nos recuerda que el capital internacional (imperialismo, trasnacionales) y los capitales criollos (alta burguesía monopolista, capital estatal y narcodólares) para intromizar un nuevo modelo de acumulación de capital y nuevas formas de explotación del trabajo asalariado (rebajando estrepitosamente el salario real, a través de la inflación), a partir del capital financiero, el tecnológico y el narcotráfico, en lugar de las tradicionales inversiones de capital extranjero.

Hablamos pues de crisis, porque el capitalismo periférico de estado venezolano no puede reproducir su modelo de acumulación de capital y de explotación del trabajo asalariado sin una transformación total de dicho modelo.

Para los lectores que han seguido las entregas anteriores, sobre dialéctica del opresor y del oprimido; Violencia Social; y el de Marta Harnecker, este sobre la democracia venezolana, donde he intentado resumir holísticamente acompañado del pensamiento critico y una filosofía sobre la praxis, aspectos de la historia reciente, que nos develan lo difícil que ha sido saltar, todas las emboscadas del oposicionismo.

Hoy nuestra Venezuela se cura de sus heridas y laceraciones y es sano recordar de donde venimos cuando Núñez Tenorio, nos decía “incredulidad en todos los poderes públicos, corrupción judicial, suspensión de garantías, fraudes electorales, inseguridad pública intento de golpe de estado, división y corrupción de la FFAA, etc., se refería a las expresiones sustanciales Político – militar. O en lo Económico Social: (inflación, alto costo de la vida, bancarrota de los servicios públicos: agua, teléfonos, transporte, vivienda, etc., deuda, desempleo, etc.). El otro aspecto de la consecuencia de la crisis contemporánea venezolana para aquel entonces era el Ideológico moral (corrupción administrativa, narcotráfico político - económico, crisis de valores, colapso de las instituciones, especialmente la educación, etc.).

Desde estás páginas invito a reflexionar sobre estos aspectos, para que nuestro proceso revolucionario, que tiene en su cabeza al presidente Chávez. Y quien reiteradas e infinitas veces nos recuerda la lucha sin cuartel contra estos males que nacieron en la cuarta república y que aun algunos de ellos sobreviven, y sean extirpados definitivamente con la participación decidida de la nueva Venezuela, que culturalmente surge de esta confrontación por la verdad.

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